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Llamamiento del Rey Divino al Reino de su Voluntad

De los Escritos de Luisa Piccarreta “la Pequeña Hija de la Divina Voluntad”:

Amados hijos míos, vengo entre vosotros con el Corazón abrasado en las llamas de mi Amor. Vengo como PADRE, en medio de mis hijos, que tanto amo. Tan grande es mi Amor, que vengo para quedarme con vosotros, para vivir juntos, con una sola Voluntad, con un mismo Amor… Vengo con el cortejo de mis obras, de mis penas, de mi Sangre y de mi misma Muerte.

¿Cuál es la nueva generación de los hijos de la Luz, los hijos llamados a vivir en la Divina Voluntad?

Luisa Piccarreta “la Pequeña Hija de la Divina Voluntad” empieza una nueva “generación” de hijos de la Luz –le dice Jesús–, “los hijos de su Divina Voluntad”. Dios nos está invitando a vivir en su Querer, como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo viven en su Querer eterno. Nos invita a que no sólo hagamos lo que Dios quiere que hagamos, sino que su Voluntad sea nuestra, vida de nuestra vida, para vivir y reinar con Ella y en Ella.

“La Fe es Dios”. ¿Qué es la verdadera Fe?

Necesidad de la Fe 

“Sin la fe es impossible ser aceptados por Dios; pues quien se acerca a El debe creer que El existe y que recompensa a aquellos que lo buscan” (Heb 11,6).

La mayor parte de las cosas que sabemos de nosotros mismos y del mundo que nos rodea, no las sabemos por haber llegado personalmente a descubrirlas, sino porque nos las han transmitido otros a a los cuales hemos creído: nuestros padres, nuestros maestros, los libros, la televisión, un periódico… Y Dios, que habría podido instruirnos personalmente en las verdades que se refieren a El y a nosotros, ha querido hacerlo mediante la Revelación que ha hecho a otros en la historia y que nos ha llegado garantizada por medio de la Iglesia: testigos humanos fieles, dignos de todo crédito, al alcance de toda honesta investigación racional.

Vivir en la Divina Voluntad para llegar a ser una sola cosa con Jesús

Sólo en la medida que la Divina Voluntad se convierte en una vida que se vive, se va comprendiendo su realidad y su alcance infinito, y se experimenta la distancia inmensa que hay  entre el vivir en la Divina Voluntad y el solo hacer nosotros la Voluntad de Dios. “Vivir  en  la  Divina  Voluntad” es tener como vida propia la misma Voluntad de Dios.

Jesús dice a Luisa Piccarreta “la Pequeña Hija de la Divina Voluntad”: “Quiero tanto que las criaturas tomen mi Voluntad; es lo que más me importa, es mi mayor deseo. Todas las demás cosas no me interesan como eso, aun las más santas, y cuando logro que el alma viva de mi Voluntad me siento triunfador, porque eso contiene el bien más grande que puede haber en el Cielo y en la tierra”  (23-3-1910).

Luisa Piccarreta y su misión de preparar el Reino de la Divina Voluntad a las humanas generaciones

La Sierva de Dios Luisa Piccarreta, “la Pequeña Hija de la Divina Voluntad”, es la criatura que el Señor ha escogido para dar comienzo en ella al cumplimiento de su ideal, de su Decreto eterno, y para hacer que se conozca en la Iglesia y en el mundo entero: que su Querer Divino sea en el hombre lo que es en Dios: su Vida, su Felicidad, la Fuente de la que brotan todas sus obras.

El inmenso Amor y el inmenso padecer de nuestro Señor Jesucristo en el vientre de su Madre

Del Primer Volumen del diario de la Sierva de Dios LUISA PICCARRETA, “la pequeña Hija de la Divina Voluntad”:

Mi mente iba al seno materno y me asombraba considerando un Dios tan grande en el cielo y ahora tan anonadado, empequeñecido, limitado, sin poderse mover ni casi respirar. La voz interior me decía: “¿Ves cuánto te he amado? Ah, hazme un poco de espacio en tu corazón, quita todo lo que no es mío, que así me facilitarás que pueda moverme y respirar”

Mi corazón se derretía; le pedía perdón, le prometía que habría sido toda suya, me desahogaba en lágrimas. Sin embargo, lo digo con vergüenza, volvía a mis defectos de siempre. ¡Oh Jesús, qué bueno que has sido con esta miserable criatura! 

¿Cuál es la novedad del vivir en la Divina Voluntad?

Luisa Piccarreta “la Pequeña Hija de la Divina Voluntad” insiste mucho en que se ha de cumplir la petición del Padrenuestro: “Hágase tu Voluntad, así en la tierra como en el Cielo”. Ella la escribe en parte en latin, como una frase “técnica”: “se cumpla el Fiat Voluntas tua, así en la tierra como en el Cielo”. ¿Qué quiere decir con eso? 

Hacer la Divina Voluntad no es una novedad; la novedad es que Dios nos está invitando a vivir en su Querer, como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo viven en su Querer eterno. La novedad es la Divina Voluntad operante en la criatura y la criatura operante de un modo divino en Ella.

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